¿Primero soñamos y luego vivimos?

Me he quedado pensando en este cuestionamiento después de empezar a investigar sobre los sueños en la sabiduría Tolteca. Parece que cuando vamos en búsqueda de la verdad y la comprensión de nuestra existencia, podemos llegar a una misma conclusión, sin importar nuestro lugar de nacimiento, como si la teoría de la relatividad de Albert Einstein empezara a tener una mejor comprensión para mí ahora. Aunque me siento como un pequeño capullo en los estudios de la vida y sus diferentes movimientos a través de los años, la experiencia de vida hasta ahora y los agujeros que he empezado a ver desde la superficie me hacen sentir que quiero lanzarme completamente al conocimiento, investigando desde diferentes perspectivas y viviendo mi propia vida y expresándome a través de la experiencia de esta. Estoy en el momento de mi vida en donde he decidido ser coherente, aunque a veces la incoherencia es parte de la construcción de la coherencia. Créeme, he estado ahí antes, y ahora trato de organizar mi cerebro y poner a mi mente en una sintonía acorde a los diferentes sucesos que quiero experimentar en esta vida, y el por qué quiero hacerlo y para qué.
Tengo la fortuna de poder soñar todas las noches, y este es un poder que todos los seres humanos tenemos. Creo que poder acceder a esto depende de la atención y la observación que pongamos, creando la intención de dejar a nuestros cuerpos durmiendo y recuperándose en la noche, mientras viajamos a un sueño profundo que nos revele, en imágenes, lo que el subconsciente quiere comunicarnos. Esto es de gran ayuda, ya que es una revelación pura de dónde estamos y hacia dónde queremos ir; como acertijos a resolver, un fuego infinito desde ese lugar que llamamos Dios, y de las formas en las cuales nos convertimos para aprender algo, comprender algo y evolucionar.
A veces me siento como una moldura andante tratando de ser fácil de comprender. Pero, honestamente, en el camino al autodescubrimiento, me puedo llegar a encerrar en una profundidad conmigo misma para poder hacerlo bien en esta vida y no tener que regresar. Quiero ir a la luz, quiero ser abrazada completamente y vivir en ese estado puro de amor y paz. Pienso que vivir esta experiencia de la vida humana es algo escalofriante y al mismo tiempo una épica aventura.

¿Por qué alguien querría sumergirse en drogas para explorar otras realidades, cuando esta realidad es el verdadero viaje?
Tengo diferentes diarios físicos y he empezado a escribir mis sueños desde el año pasado para poder tener una mejor comprensión de ellos. También me parece algo verdaderamente interesante, como si pudiera comunicarme conmigo misma en un nivel superior.
Quiero ser mi mejor amiga…

Dos sueños, extraños y hermosos.
He vuelto a practicar yoga después de un largo tiempo, y llevo una semana en un hermoso estudio ubicado en Denver, Estados Unidos. Estoy agradecida de formar parte de este concepto de proyecto y de ser cliente de un equipo tan amable y servicial. Después de mi primera semana, me he convertido en miembro y estoy experimentando algo que quise hacer hace tiempo. El año pasado, cuando estaba en México, me hice una pregunta: ¿y si practico yoga todos los días por una temporada? Anteriormente, solo dedicaba un día por semana a esta práctica, ya que principalmente me enfocaba en entrenar en el gimnasio. Pero seis meses después de mudarme a Estados Unidos, este universo mágico y abundante me ha dado la oportunidad de experimentar una amplia temporada de yoga que apenas he iniciado, para organizar a mi mente y ayudar a la coherencia de mi vida hasta ahora.

Primer sueño
En diferentes escenarios trato de enfocar uno solo y comprender lo que está sucediendo. Hace tiempo que no intento despertar en mis sueños para tener lucidez. Es más como dejarme llevar sin tener el control y despertar al día siguiente tratando de descifrar lo que sucedió. Extraño soñar de forma lúcida, porque de esa forma todo parece más claro, pero creo que dejé de hacerlo cuando estaba yendo demasiado profundo y la realidad, al despertar, parecía otro sueño. Entonces, por el momento, me gusta pensar que al despertar, vivo una verdadera realidad lucida y que al dormir, solo me comunico de forma conciente con la parte superior que sucede en el todo para poder bajar información, e irme esparciendo en los laberintos de esta vida hasta encontrar la salida en cada uno de ellos para encontrarme y para la evolución de mi conciencia.
En este sueño, me encontraba en lo que en Honduras llamamos «llano»: un lugar con césped en un campo abierto. Me gustaba mucho jugar cuando llovía, porque mi tía y yo, ambas de seis años, corríamos descalzas para bailar y cantar debajo de la lluvia. Nos gustaba llenarnos de lodo y sonreír, nos agarrábamos de las manos y dábamos vueltas por todo el campo llano hasta caer y mojarnos completamente en la lluvia. En mi sueño reciente, volví a ese lugar, pero la casa de mis abuelos parecía estar vacía. Aun así, sentía su presencia; todos los colores y aromas del lugar parecían seguir existiendo.
Sentí que estaba acompañada de alguien más, como si esa persona me estuviera acompañando en un viaje de visita a mis abuelos maternos. De repente, vimos un caballo de color café, parecía estar estirándose en la pose de perro boca abajo como si estuviera en su practica de yoga. Luego me detuve a observarlo y aprecié como cambiaba de posturas . Me quede ahí observándolo un poco más, hasta que pude ver que en cada postura cambiante se iba convirtiendo en una hermosa mujer y finalizaba con la postura del guerrero.
Le dije a mi acompañante en ese viaje que se detuviera a observarlo, pero parecía que solo yo comprendía que esas transiciones significaban algo.
Desperté a la mañana siguiente tratando de recordar las diferentes imágenes captadas en mi sueño, y fue hermoso poder acceder a ellas y ver cómo un hermoso caballo se convierta en una mujer en las diferentes transiciones de una practica de yoga.

Empecé a practicar yoga cuando tenía 18 años. La razón por la que comencé fue porque el médico me había recomendado una cirugía para mi rodilla, la cual había lastimado por no hacer ejercicio de la forma correcta. Después de escuchar el diagnóstico, estaba asustada, así que comencé a investigar alternativas naturales para recuperar mi rodilla y encontré el yoga. Después de leer sobre sus beneficios, me di cuenta de que podría ser una forma natural y efectiva para recuperar el movimiento y la alineación correcta de mi rodilla, así que comencé a practicar. Después de unos días, fui a un kinesiólogo y me acomodó la rodilla para poder seguir con la recuperación de forma efectiva, y así continué con mi práctica. En aquel entonces, en mi país, Honduras, no había un lugar para practicar yoga, así que comencé con una mujer de Rusia que reside en Chile y tiene un canal con un catálogo completo desde los principiantes hasta los más avanzados.
A través de la práctica, noté cómo mi rodilla mejoraba y cómo mi cuerpo se volvía más flexible y adaptable a su entorno. Desde entonces, el yoga ha sido una parte fundamental de mi vida. Me siento agradecida por tener la oportunidad de seguir practicando de manera consciente y regular, y por seguir aprendiendo más sobre este movimiento, desde sus inicios hasta el día de hoy.
Para mí, este sueño tiene un significado especial, ya que lo interpreto como una señal para prestar atención a cada día de mi vida, a cada respiración. Cada momento, por más insignificante que parezca, tiene un significado porque forma parte de la construcción de mi realización personal. Es importante tomar un momento para respirar de forma consciente y observar nuestra propia vida y nuestro paso sobre ella, porque esta vida es un suspiro y estamos aquí para experimentar esa inhalación y esa ultima exhalacion . Sé que puede ser un reto en medio de tantos cambios y tantas imposiciones que nos ponemos cuando trabajamos en hacer nuestros sueños realidad, pero esta conexión con nosotros mismos es esencial, porque se trata de nuestra vida.
Una de mis verdaderas amigas me dijo después de mudarse a Alemania: «Katheryn, me he dado cuenta de que he estado tan preocupada siempre por la siguiente etapa de mi vida que no me he detenido a observar la etapa actual en la que me encuentro ahora. Desde ahora quiero vivir estando presente en cada etapa».
Después de escuchar esto, mi cerebro tomó una fotografía para capturar esta enseñanza, porque me di cuenta de que también estaba haciendo lo mismo. Ahora trato de recordarme sobre la importancia de encontrar un balance en la vida. Sé que hay días de desesperación, pero quizá podemos viajar al pasado y recordar cuando nos hemos sentido así antes, y cómo lo hemos logrado superar para convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Esta forma de pensar parece ser una sana y valiosa manera de acceder al pasado.

Sueño dos, realidad y otras realidades…
Honestamente, no sé si fue un sueño o mi cerebro despierto y mi mente en otra parte. Hace unos días, en la madrugada, sentí cómo mi cuerpo levitaba en la cama en la que ahora duermo. Sentí que después de haber sido acariciada suavemente, con delicadeza, respeto y amor, sin ningún tipo de morbo, y por mí misma experimenté un orgasmo que me hizo levitar.
El año pasado empecé a cuestionar el sexo, porque nunca me he sentido conectada con el significado que la mayoría de los seres humanos le otorgan. Creo que en una sociedad donde la pornografía juega un papel importante a la hora de dar imágenes sobre el sexo, esto puede haber creado una imposición acerca de su significado y ha bloqueado la posibilidad de que surja un cuestionamiento, permitiendo que cada ser humano experimente y encuentre su propia forma de expresión sexual. Al empezar a cuestionarme esto, me he dado la tarea de marcar en mi lista de temas a comprender el descubrir mi propio significado en el sexo, desde el respeto a la energía de mi cuerpo y al de alguien más. Por eso, desde ese momento soy más cuidadosa con esto y sé que entregarme a otro ser humano es algo verdaderamente valioso. Solo quiero compartir con alguien que esté conectado con su cuerpo, que tenga respeto y amor por sí mismo, ya que de esta forma tendrá la habilidad de respetar mi cuerpo. Aunque aún estoy en el proceso de la compresión de esto, me hace sentir bien saber que tengo la libertad de vivir desde mis propios significados y desde la comprensión de la vida.
Interpreto ese sueño como una señal para seguir investigando lo que significa la sexualidad para mí, y para tener la confianza de tener una comunicación clara y efectiva con mi futura pareja acerca de cómo puede tratar a mi cuerpo, con amor y respeto, de la misma forma en la que estoy aprendiendo. Y también, yo poder tratar su cuerpo con delicadeza y amor, poder verlo a los ojos y compartir ese espacio y ese momento de nuestra existencia desde nuestra propia forma y ir descubriendo mediante la experiencia de compartir juntos, desde nuestro verdadero y auténtico yo. Quiero que mi futura pareja sea un amigo, un hombre al que pueda admirar, del que pueda aprender, del que pueda expresarme y ser yo misma, y él también. Que podamos ser uno y observar nuestra evolución individual y en conjunto. Es por eso que por primera vez en mi vida me estoy dando el espacio para poder estar conmigo misma completamente, el tiempo que lo necesite.
Es mi deseo descubrir mi propia expresión de la sexualidad desde un lugar propio, sin la morbidez de la industria pornográfica ni la irracionalidad de aquel que solo busca poseer otro cuerpo, en lugar de verdaderamente unirse en una conexión profunda de amor y expansión. Pienso en dos almas desnudas, no solo de sus cuerpos humanos sino también de su vulnerabilidad, y desde la apertura de sus corazones. Observándose y creando un espacio creativo y seguro en el que puedan detener el tiempo afuera y tener un completo protagonismo en su expresión, siendo observados por la cámara del universo. Sabiendo que aún no tenemos una comprensión total de lo que significa el amor, nos sentimos agradecidos de sintonizarlo.

Recuerdo cuando estuvimos desnudos en la habitación privada de las aguas termales naturales de Colorado, pude sentirte hasta llorar de felicidad porque estábamos siendo uno. Veía tus ojos y tú veías los míos, estábamos ahí los dos en la sintonía de un amor que se sentía seguro. Quería quedarme en la eternidad de esa sensación, lloré con mi alma de felicidad y deseé profundamente que los seres humanos allá afuera tuvieran la verdadera experiencia de lo que significa vivir.
Al final, solo queda agradecimiento.
¿Y tú qué piensas de los sueños?
Categorías: KAFME ESCRIBIENDO