Ropas elegantes con zapatos altos. Un peinado pretencioso combinado con una cartera de diseñador, el atuendo perfecto para una noche de teatro. Esto era lo que imaginada pues en mi país una invitación al teatro es algo muy elegante, nada de eso aquí. Estoy en México ahora y en este lugar el arte se percibe de la forma en la que tu quieras. Se me anuncio una salida para ver la obra basada en el relato «el cuervo» de Edgar Allan Poe al que muchos consideran el padre del horror; prefiero llamarlo el pionero de la oscuridad. Se llego al centro de Puebla de los Angeles en un viejo local llamado breve espacio, un escenario perfecto para presenciar una obra inolvidable gracias a la entrega de sus actores. Se puede percibir un olor exquisito de arte desde la entrada, las mesas colocadas en diferentes formas y los meseros con su fina atención. Me sentí en la trama de una película que toma lugar en épocas pasadas, no era mi imaginación sino la realidad de un México lleno de talento.

Las cortinas se abrieron y la mirada penetrante se clavo en todos los presentes. La piel se erizo de emoción, se podía tocar la imaginación de un atormentado Poe. El cuervo salió volando por todo el lugar, llevando la agonía de las almas en pena, la adaptación es merecedora de algo mas que solo aplausos. Se escuchaban golpes en puerta de aquella noche oscura, rogaba el hombre por un amanecer sonriente, el tiempo se posaba a observar los sentimientos dolorosos. La aceptación por una Leonora perdida se veía demasiado lejos, releía aquel viejo libro tratando de buscar algo que no era consuelo, se parecía a una distracción para no pensar. La noche de invierno que soplaba la carne de un señor viejo cansado de vivir. Nunca encontró el equilibrio en la soledad liberadora, se refugió en las almas que no le pertenecían, como encontrar la cura cuando no se está seguro de quererla.

No había porque temer a la noche oscura porque razón habría que huir a las estrellas y a la luna. No se debía alejar del respirar. El viajero perdido llego por alguna razón porque no abrirle la puerta y ofrecerle un poco de abrigo. Se tranquilizo con calma los pensamientos insoportables, se abrieron las puertas para ver la cara del que nunca fue invitado, no se toco a nadie y solo se sintió la densidad de lo invisible. Aquellos pensamientos que tomaron forma se agarraron los oídos para escuchar el nombre de su amada. De que se trataba todo aquello porque no pudo subir al cielo y encontrar refugio, no se parecía al amado Dios esos ruidos era la oscuridad a la que se enfrentaba. Los golpes tomaron otro rumbo uno mas cercano, un ruido que no podía ignorar, era el viento nada mas y era momento de salir para abrazarlo.

De un cuervo se trataban aquellos golpes bestiales, entro y lo miro sin reparo mientras caminaba en pose señorial por toda la habitación. Se creía el rey de la noche sintiéndose culpable por perder su tiempo caminando en aquella triste sala de que se trataba su espectáculo acaso venía a burlarse del sufrimiento de un viudo solitario. Se atrevió a preguntar porque había elegido visitar; jamás esa fue la palabra de aquel extraño cuervo que solo los ojos del amante de Leonora tuvo el honor de presenciar. Se creía sin dudar que el ave partiría al amanecer, jamás volvió a responder. Que significado darle a un cuervo que trajo las tinieblas, como explicar su palabra que significa todo y a la vez nada, no se puede correr para escapar del infierno en el que se cree estar, ese lugar en llamas nunca ha tenido forma física, yace en aquel solitario hombre que espera inquieto descubrir de que se trata todo aquello.

Toda aquella escena en la habitación que las noches de placer protagonizo no era mas que un enfrentamiento cara a cara con la oscuridad, algo que la mente dolorosa había sacado para por fin aceptar la perdida. No se puede dejar en el olvido a quien nos amo y se nos quito sin avisar, donde estará bailando el alma que no se quiere dejar ir, porque él no puede encontrar paz en medio de la soledad, tiene miedo a poder vivir en ese lugar. No sabe como ser otra persona, pareciera que vino al mundo a protagonizar una vida en la oscuridad. Lo llevo a ponerse la ropa equivocada para dejar entrar la locura a puertas abiertas, la cuneta sirvió de fosa séptica. No hubo muerte para la oscuridad sino aceptación, cuando se dio lugar a tan majestuosa virtud se pudo subir a los cielos de su real esencia. Se elevo convirtiéndose en Dios, experimentando el mal dejando escrito su sufrimiento que aun muchos no logran entender, no fue horror lo que escribió fueron sus experiencias con la oscuridad esa que no vomita monstruos, sino aquella que vive en todos los seres humanos a la que no se le permite salir.

El teatro es la única forma pura de presenciar el arte de la actuación, es una tristeza que cada vez mas se vea amenazado con quedar en el olvido. El arte esta pasando a digital, las plataformas que caben en un pequeño cuadro llamado celular están tomando cada vez mas fuerza alejándonos del calor de la humanidad, no será necesario el respirar cuando las vidas inventadas pueden crearse en las pantallas. Somos una acumulación de experiencias que crean movimientos cambiantes. Abrazo el arte mexicano en muchas de sus formas, me enorgullece estar viviendo en este país que me enseña mucho. No necesitas ser un catador de arte para entenderlo, la magia siempre se ha tratado de la percepción y de ojos que se deleitan con las creaciones, que pueden conectarse con el artista por el único motivo presente, el de compartir un mismo universo.