Frankenstein Part IIII

La heredera que quedo desprotegida en el pasado ha retornado en la justicia clamada desde su dulce sangre y finalmente sus creadores han cumplido la palabra de protegerla. Cuanta felicidad en esas dos mejillas sonrojadas y cuanto terror ha sembrado la incertidumbre en todos los huecos que han perforado su entrega hacia la desesperación de deseo por el bienestar del hombre ha quien indudablemente ha amado. Es un cálido día desde las vistas de los andes para celebrar la esperada ceremonia de dos seres vivos, aquellos destinados a estar unidos desde la primera vez que la mirada pura de sus ojos se cruzaron.

Es valido imaginar los escenarios diferentes que han nacido del tan mencionado hubiera, es valido plantearse todas las realidades distintas si nuestras decisiones hubieran tomado rumbos diferentes pero lo mas importante aun es encontrar la liberación en todos los hubieras porque aun cuando la constante es el cambio, una de las verdades es que no hay decisiones equivocadas. La verdad en todo este embrollo es aceptar cada una de nuestras experiencias y reconocer la inexistencia del tiempo, es la relatividad la que nos da la afirmación de la eternidad del alma. Es aquí donde el infinito nos confirma a ojos abiertos que todo ha sido posible, que hay espacio eterno para experimentar todos los hubieras y todas las variantes distintas de nuestras decisiones, respirar con calma entonces porque cada una de nuestras vidas es solo un capitulo del alma, podremos un día sentarnos y ver en todas ellas el maravillo regalo de la pura existencia.

Tranquila Elizabeth, respira profundo y conserva el hermoso recuerdo de ese cálido día navegando por las aguas tranquilas con tu increíble esposo que ha utilizado esta representación de su vida para crear la chispa de la vida, de la mano de esta ha tenido que pagar el precio de los excesos de su hambre. Los peces juegan y puedes verlos en las aguas cristalinas mientras te diriges a la alcoba de tu ansiada noche de bodas, sin saberlo esa noche será la afirmación de la separación de tu amado, recordadas las sabias palabras de aquel que oficio la boda «hasta que la muerte los separe». Se dice que nadie sabe su destino y al mismo tiempo se dice que el destino es la vida que ya elegimos experimentar antes de nacer, cual es entonces la incógnita en esta noche especial cuando la macabra creación entre para arrebatar el aliento de vida de la preciosa Elizabeth, el tesoro del doctor Frankenstein.

Corriendo desesperado para buscar por todos los rincones al verdugo que ha sido creado de sus propias manos, vaya demostración de consecuencias ha dejado este relato, será entonces algo para tener en cuenta antes de la búsqueda desenfrenada de todos los deseos que yacen en nuestra alma. Será entonces esta información necesaria cuando el pacto entre el cerebro y el alma se realice, partiremos juntos en liberación a la cúspide de vivir una vida realizando en rienda suelta todos los deseos de nuestra propia existencia.

Es aquí Frankestein querido doctor donde te libero de toda culpabilidad y te alabo en nombre de la creación. Felicidades querido Frankenstein por el descubrimiento de todas las consecuencias, dando absoluta admiración al sacrificio de tu vida y de los tuyos en nombre de la libertad desenfrenada de la creación, renacerás y así lo harán todos los tuyos, gracias por existir, gracias por crear, gracias por compartir tu increíble historia al navegante que salió en la búsqueda de lo que aun no estaba escrito. Gracias Mary Shelley por explicar una de las variantes de los hubieras de uno de los seres vivos que ha nacido de tu propia creación, eres tu la creadora de la vida y la que ha asumido las consecuencias eternas de la maravillosa chispa de la creación.