El cuerpo comienza a estructurarse y las tuercas que lo mantienen juntas empiezan a ajustarse correctamente. Sin embargo, el alma no se interesa por la perfección, ya que sabe que no existe. Si existiera la perfección, estaríamos viviendo en una realidad estática. El alma solo quiere sentir y expresarse. Por otro lado, el cerebro busca la organización y la perfección, ya que es consciente del tiempo limitado que tenemos. La percepción de la vida puede ser capturada de inmediato por las ramificaciones que construyen nuestra realidad. Esto me hace sentir una nostalgia profunda, ya que aún no sé a dónde iré después de morir.

Mi visión comienza a enfocarse y veo objetivos a alcanzar para hacer realidad la experiencia humana. El cerebro necesita unos segundos para procesar la nueva información, y después de capturarla, una parte de ella queda flotando. Para poder hacer una configuración completa, se requiere la experiencia. En ese momento, abrazo mi humanidad y le agradezco por permitirme experimentar todo esto.

Caminando por los pasillos del edificio, mis sentimientos desaparecieron en cuestión de minutos. Todo se volvió claro y preciso. Era como si hubiera vivido uno de los sueños de Andy Warhol, me había convertido en una máquina. Parecía estar concentrado en actualizarme desde los primeros registros de nuestra existencia hasta el presente.

El océano de pensamientos que navega en mi mente finalmente encuentra calma y puedo acceder a la maquinaria que construye esta realidad. Tenemos el poder de programar nuestro cerebro, hablándole desde la conciencia para explicarle qué es lo que está sucediendo.

¿Qué conversación estás teniendo contigo mismo? ¿De qué te estás alimentando?

Mudarme a los Estados Unidos ha sido un salto al vacío sin equipo de seguridad, ya que al principio no tenía una comprensión clara de lo que estaba sucediendo en este país. Pero con el tiempo, he logrado captar todo de manera impresionante, lo que podría haberme volcado loca, pero he sobrevivido y ahora me enfoco en mis objetivos.

Procedente de tierras latinoamericanas, este país es considerado el primer mundo, donde el sistema funciona de manera eficiente. Esto es una ventaja para mí, ya que significa que las herramientas están desarrolladas y se pueden utilizar para construir las realidades que deseo. Sin embargo, esto requiere un proceso. Por eso, me comunico con mi alma salvaje para explicarle que necesitamos construir un hogar. Ella me dice que el hogar está donde está el corazón, pero mi cerebro le responde con seriedad que el cuerpo humano es frágil y mortal y necesita cuidado en todos los aspectos, por lo que es necesario construir una estructura sólida como una base sólida para que puedan surgir raíces infinitas de expresión. Por lo tanto, buscando el equilibrio, mi alma comienza por primera vez a escuchar a mi cerebro.

No se trata de callar al alma ni de controlar todo, sino de encontrar un equilibrio que nos permita existir en una dualidad amistosa.

Vuelvo a uno de los primeros espacios que comencé a construir en esta ciudad. Me desnudo y me miro al espejo para hacer un escaneo de mi cuerpo. Puedo ver que tengo ojeras y que mi piel necesita más hidratación. La belleza parece descuidada, pero es comprensible: llevo cuatro meses viviendo aquí, y ha sido una transición intensa a la vida adulta, aprendiendo a manejar todo en un idioma nuevo y comprendiendo cómo funciona la declaración de impuestos.

El día de hoy, una persona que estoy conociendo me trajo comida asiática, así que después de evaluar mi cuerpo, le di un poco de la comida, que tenía un sabor salado en combinación con carne de pato y verduras, ramen de pato.

Pensé en una rutina para mover mi cuerpo antes de sentarme a crear de nuevo. Descubrí una rutina de ejercicio que ayudaría a mi cuerpo a estar en sincronía con mi alma. Bajé al gimnasio con mi computadora y comencé a moverme, creando formas danzantes, sintiendo la elasticidad de mi piel y la necesidad de expandirse y expresarse.

Muchos pensamientos querían venir como correo electrónico, pero pude leerlos de inmediato y empezar a organizarlos en carpetas separadas. Comencé a eliminar aquellos pensamientos que no tenían un remitente claro y que podrían no ser míos en primer lugar. Quizás los escuché en algún lugar o quizás alguien los vomitó hacia mí porque eso es cómo se sentía consigo mismo, pero eso nunca fue personal contra mí.

Hay mucho que quiero aprender, mucho por conocer, mucho por experimentar y descubrir. Hay una vida llena de agradecimiento por delante, mucho por hacer, mucho por registrar y mucho por crear. Estoy en el proceso de organizar mi mente mientras comprendo su funcionamiento, alimentando mi alma con más infinitud. Simplemente, gracias.

Escrito por Kafme